29.8.05

|·poetry·|·26·iii·05·|

Perdete.

Haceme sentir que te vas,

que no te tengo.

Y cuando me veas desconcertada por tu huida,

sal de atrás de aquel árbol,

asómate y hazte ver.

Así sabré que preciso entre mis brazos

el calor de tu cuerpo.

Así sabré que necesito tu espacio

entre mi vida.

24.8.05

·entrevista·con·un·extraño··23··viii··05·

·|· ¿Te sentís sola?

|^| Sí, muchas veces. Hoy es una de ellas. El alma se me vació de contenidos, creo que por alguna palabra inocua que salió de tu maldita mente. Siento que te quiero, porque te estoy odiando.

·|· ¿Y qué hacés con ese odio, con esa soledad?

|^| Me lo trago y lo digiero con lágrimas añejas. Muerdo mis dientes para no escupirlo. Y en el fondo, muy e el fondo, me veo, me encuentro en un pozo oscuro y profundo, arrodillada, acurrucada, en posición fetal; muy, muy chiquita soy. Trato de gritar y pedirte ayuda, pero no me sale la voz. No puedo. Tampoco me esfuerzo. Me tapo los oídos porque mi silencio me abruma. . . No me escuchas. ¿Por qué? Vuelvo a hundir mi cabeza entre los brazos de mi angustia. Abrumante. Consolante.

·|· ¿Cómo salís de ese agujero? ¿Cómo llegas a estar hoy acá?

|^| Me canso. Me duermo. Y lloro. Siempre lloro. Y así logro dormir `tranquila´. Y al otro día, un día nuevo. Abro los ojos y descubro que el temor de que todo se derrumbe sobre mí era ficticio. Todo sigue igual. Todo. Y a mí no me queda más remedio que reincorporarme, adherirme. Sigo en mi burbuja de fingida calidez. Pero eso sí, cada día es más fuerte, hasta casi un muro.

·|· ¿Se puede romper ese muro? ¿Se ha roto alguna vez?

|^| Seguro. Todo es posible. Me ha pasado que desde afuera divisan que alguien está luchando por no ahogarse. Y soy yo. Se unen las fuerzas y una bocanada de aire fresco, nuevo, me asfixia. Ahora sonrío, pero añoro la seguridad de mi burbuja. Nadie me molestaba. O eso creía.

·|· ¿Por qué lo decís? ¿Ahora ya no crees?

|^| Yo me siento tan frágil que busco cualquier rama para apoyarme. En cualquiera. Y casi siempre cualquiera se quiebra y yo caigo nuevamente con ella. Ya mi cuerpo está indoloro, escatimando para sentirse arropado. La espera a lo seguro no está en mis planes. Porque he perdido lo seguro, por esperar algo mejor. Me duele confesarte.

·|· Pero siempre es mejor decir que callar. ¿Vos preferís perder a no tener?

|^| Si, pero el problema es que poco me llega para tener. Creo que desespero, y eso se siente. En estos momentos quiero mirar el techo de mi baño sumergida en una capa de agua. Ver aquellas burbujas pasadas desprenderse de mí, hasta el último aliento. Y desde ahí descansar, dormir pacíficamente como nadie me ha contado. Me fui… (te quiero).

21.8.05

|·descargo·via·mail·|21·viii·05·|

(für Clarita)
hola amor!!!!!!!!!!!!! te extraño!! que bueno que este todo bien con gero, y que hayas vuelto a tu casa (para mi siemrpe es mejor estar en casa... igual se que no son las mismas circunstancias) yo estoy media embolada, esteriotipada, aburrida, amueblada, y no se que cosas mas, porque la verdad, no se nada... hace poco fue el adios definitivo con el flaco de cap con el que estaba (ey! dure un monton) y ahora no estoy mal por eso, es como que desde hace dos meses estoy alegre, bah, no se si asi, pero no me puedo deprimir, lo cual es muy rutinario y equlibrado. ando con todas mis ganas irme a vivir a cap, solo porque necesito MI espacio, poder gritar, llorar, golpear las paredes, bailar, sin que nadie me mire ni me pregunte que me pasa. a veces siento que en mi casa me oprimo (no es que sea asi, pero es que me cuesta abrirme, y mas con mi madre, la cual no quiero herir con las boludeces adolescentes que hago) pero, es que me es facil estar sola y/o con gente desconocida... extraño mi mundo de jack, aunque nunca lo vi, pero a veces quiero perderme en un desierto. quiero tener un hijo y recluirlo de la sociedad para ver que resulta, y experimentar tambien conmigo. en fin, esta bueno esto de escribir y decir las cosas que ahora no puedo decir en voz alta (a ver si me tildan de desequilibrada...) por lo demas, todo sigue igual, las chicas, ivan, mi casa, alba, mi vida... aun sigo sin comprender, porque sonrio? creo que debe ser mejor asi... me voy, me fui. te quiero mucho. aye2m|5|

p/d: me parece barbaro que hayas dejado de fumar, y espero qeu no hayas terminado dada vuelta por el tequila... a ver cuando nos tomamos uno

19.8.05

|·pedazos·de·èlla·|

No lograba calmar mis sentidos que se encontraban en máxima alerta (y en máxima torpeza). Me senté. Creí que iba a vomitar... Mi cuerpo contenía el cansancio de la fiesta, de la noche. Pensé en ••||••, en su mirada, en sus labios. Mis ojos giraban como queriendo salirse de sus orbitas; los dientes enfrentaban a los labios en una guerra carnal. Y yo que viajaba, aunque seguía sentada. Y entraba en una dimensión que sólo era para mí. Hasta que un clavo se introdujo en mi cabeza, y como un ruido, se enterró. O como una mosca, que zumbaba insoportable sin destino por mis oídos. Concluí que la noche había dejado un par de neuronas moribundas y mi tacto preparado para cualquier batalla. Cerré los ojos para retomar mi destino y mi dilatada excitación. Pero el insecto verde se hizo más sonoro, contaminando con su presencia la lujuria de cualquier pensamiento. Tenía sed y quería agua. Con mucho descuido, tomé un vaso. Mis manos temblorosas le dieron fin a la corta vida de tan inerte artefacto. Cayó al piso y se estrelló. Como cuando caen los vasos de vidrio al piso. Yo, que andaba descalza, debí, para no pisar las estelas que el crimen había dejado, contorsionarme. Seguía sentada en la silla, pero mis manos recolectaban la evidencia, rozando el suelo en busca de ella. Fue ahí cuando ocurrió. No sé si fue la sangre que se me subió a la cabeza, o el agua que se retorcía en mi panza, pero lo concreto era que la mosca había crecido, convirtiéndose en un martillo, abofeteando la sensible carne de mis orejas. Y repercutía en todo mi cuerpo, como un sismo que se expande por la faz de la tierra. Me asusté. Había perdido la ubicación (mi cabeza chocó con la mesa); había perdido el equilibrio (y caí). Puntadas de agudo dolor colmaron mis manos. Yo me debatía entre el miedo y la excitación propia de las circunstancias. Aquel martillo seguía taladrándome los oídos. La desesperación de quien espera algo peor se hizo presente con una estreno a puro rojo sangre. El piso se tiñó de escarlata y el ruido se hizo pasos. No pude hacer otra cosa que quedarme inmóvil. Seguía mordiendo mis labios pero esta vez para no gritar. Ni moverme. Mis manos ardientes quedaron relegadas ante aquella mosca que bajaba por las escaleras. Poco a poco se iba materializando. En pasos. Continuos. Infinitos. Y se dirigía hacia aquí. Hacia mí. Hacia mi estúpido cuerpo paralítico.

15.8.05

|· te · sonrio · desde · abajo ·|· 15 · viii · 05·|

realmente te creo, pero no te entiendo. porque pretendes estar, si en el tiempo que pasamos juntos nunca lo hiciste? vos no estabas interesado en mi como amigo, y vos me importtas demasiado para no estar en algo definido con vos. si, yo, que soy tan indefinida te buscaba definicion. creo qeu me confundi (vivimos en un mundo confuso) pero sigo sin entender porque arruinar nuestar charla,,, ya no importa igual.
es que solo no me puedo deprimir, me siento demasiado alegre para hacerlo. inbtento, pero no lloro, ni quiero vomitar, ni tomar pastillas... solo me remarcaria este peso que llevo, pero es que se convirtio en algo tan leve que no lo siento mucho... me quiero, y mucho, peroi no me respeto, creo. si quiero es para mucho largo, pero eso no quita que sucedan cosas mas importantes por sobre esa concepcion del sentimiento (que tengo yo), son acumulativos y repetitivos. pero nunca dejare de tener un buen recuerdo del pasado, lo quiero demasiado para destruirlo. me voy, te dejo. y no quiero que me sigas nunca mas. (sólo abrásame!!!)

11.8.05

|·T·P·5·|·by·ME·|

Regreso al punto de partida. Pero el ascensor no viene y retarda mi llegada. Una mujer se para a mi lado. Su cara es fresca, limpia. Esparce por el ambiente cierto dejo primaveral. Parece feliz, ¿pero lo es? La luz del techo se refleja en su cuello. De él cuelga una cadenita con tres niñas doradas: sus hijas. Ella mantiene su sonrisa lavada. Su cuerpo muestra marcas de sus embarazos. La carne cae, las venas se asoman y la piel forma diferentes relieves. Pero sigue sonriendo y no comprendo. Busco vanamente un anillo en su dedo anular; encuentro sólo un desconcierto aún mayor por su aparente felicidad colosal. Pero descubro que en el fondo es igual a mí. Vive como yo, sufre como yo, muere como yo. Mi boca esboza tímidamente una sonrisa. Me siento superior, grande, real. Miro a esa mujer primaveral y veo su vida destruida por amar y haber perdido. Veo su velo de felicidad ocultando su verdadero sentimiento de desilusión. Bajamos en el último piso. Ella arrastra sus pies, cansados, pesados. Se aleja por el oscuro pasillo. Aún escucho su ritmo asqueante. Vuelvo en mí. Continúo mi destino y llego a la terraza. Siento el violento viento despeinando mis ideas. Miro hacia abajo y en el pasto puede verse su sonrisa y sus melancólicos ojos. Y río a carcajadas, por mí, por ella, por su vida. Me siento con alas, libre. Y creo que puedo ver volar. Miro nuevamente su tristeza maquillada. Regreso al punto de partida.

7.8.05

|hoy|·7·vii·05·|

te quiero. hoy

4.8.05

•|• Marcia • 05 •|•

Siempre lo hacen por las noches. Ese maldito ruido se entremezcla en mis sueños y me desvela. Cuando eso ocurre, asumo que no volveré a conciliar el sueño. Por eso debo matar el tiempo. El hoyo en la pared existió siempre, pero lo descubrí hace poco. Quiso ser descubierto. Es aberrante ver sus cuerpos desnudos, transpirados, moviéndose al compás de la cama. El ruido que ésta provoca perturba mis ideas. Sus gritos sordos retumban en mis oídos. Y para sustraerlos de mi mente tengo que ir al baño. Allí, saco meticulosamente los anillos de mi mano izquierda y los colocó sobre la mochila. Meto dos dedos en mi garganta, hasta el fondo. No pasa nada; pero con tres una catarata de liquido estomacal baña el inodoro. Me siento bien. Puedo verles las caras reflejadas en aquel pantano.
Hay veces en las que se disfrazan. ¿Qué pasión le puede provocar el dolor infligido por ella? •**• permanece esposado o atado a la cama, sin la posibilidad de responder a aquellos azotes. Ella da vueltas alrededor disciplinando cualquier movimiento ajeno. Sin embargo, es en esas noches cuando •**• demuestra mas goce. En sus ojos se puede ver la lujuria misma. Ella se monta sobre él y comienza a arañarlo. Luego lo besa, o lo muerde. Apoya su pelvis encima de la de él y se mece. Y parece fría, pero •**• tiembla de placer y cierra los ojos. Y no puedo dejar de ver esas sensaciones, que recorren todo mi cuerpo también. Corro velozmente hasta el baño. Y mientras vomito me toco, porque siempre me agarra un cosquilleo imparable que debo detenerlo con mi mano. Aprieto fuertemente mis partes. A veces las manos suben hasta las tetas. Las masajeo con la misma intensidad que •**• lo hace con ella. Ya no quiero pensar más. Su recuerdo persiste, aún cuando el sol brilla sobre mi cabeza. Será su cuerpo, su boca, o los gritos que calla cuando lo hacen; realmente no lo sé, pero me está obsesionando. Se ven tan sucios, tan gastados... parece que la vida se les desborda en cada noche. Al terminar parecen sólo dos cuerpos inertes, echados en la cama, después de haber sido aplanados por una maquina feroz. Sin embargo a las veinticuatro horas siguientes retoman sus fuerzas para desperdiciarlas nuevamente.
Las peores imágenes se graban cuando invitan a una tercera a su fiesta carnal. Es increíble lo bajo que caen al compartir a su pareja con alguien más. Ya no existen normas en los jóvenes de hoy en día. Esa ferviente libertad que aparentan, sólo demuestra lo inseguros que son, al no poder negarse a una petición de su pareja. Y esas relaciones que tienen... Son engañados delante de sus narices, sin actuar al respecto. •**• lo hace primero con una, luego con la otra, y también con las dos. ¿dónde se vio que alguien se excite al ver a su novia con otra? ¿Entienden? Dos mujeres. Ya todo se ha desvirtuado... los gritos se multiplican por aquellas noches. Y yo sigo sin dormir, observando el espectáculo de la decadencia humana. Siempre llego a la conclusión de que el celibato es la mejor opción. He tenido la suerte que mis padres me hayan internado en un colegio pupila. He tenido la suerte de no conocer nunca la pasión, lo que la carne puede provocar. Es mejor así; no desearía de ningún modo verme como aquella chica. •**• no se da cuenta que esa mujer lo único que puede hacer es... Vomité. Me limpio con la mano, que se mueve tosca y pesada. Frota mis labios salpicando los azulejos con los restos de la purga. Mi boca escupe verdades, aberraciones de estos jóvenes inescrupulosos; y yo me canso de llevarlas en mi cuerpo.
Ya son casi las cuatro de la madrugada y hoy los ruidos molestos no han aparecido. Podré, por fin, descansar en paz. Sin embargo me preocupa saber que han cambiado de rutina. Me he fijado varias veces, pero la habitación contigua sigue desierta. ¿Habrán comprendido lo sucias que son aquellas relaciones? No lo sé. Pero siguen sin aparecer. Me asomo y nuevamente encuentro el vacío. ¿Qué les habrá pasado? Tal vez si les pregunto cualquier insignificancia, no quedara como que tengo interés en ellos. En realidad, no lo tengo, pero me extraña que hayan cortado su habitual rito nocturno que parecía gustarles tanto. Salgo al pasillo, golpeo su puerta. Nada. Regreso a mi cuarto. Comienzo a desesperarme porque no están, porque algo raro debe estar pasando, y temo por eso. En el fondo, son mis vecinos, y como buena vecina que soy, debo velar por el bienestar de aquellos. Emergencias sería inútil, ya que no tengo una sospecha sólida que declarar. El único sonido que percibo es el tic-tac del reloj. Me impacienta aún más. Recorro incesantemente los rincones de la pieza. Si me siento, mi pie continúa el movimiento. ¿Qué diablos habrá pasado? No puedo pensar en otra cosa. Aquellas imágenes, aquellos olores. Tengo que dormir, tengo que sacármelos. El segundo café es más fuerte, y lo acompaño con una aspirina (la que tiene cafeína). Prendo la radio, pero no hay ningún accidente que pueda llegar a involucrarlos. continúo en una nube de cansancio, pero en estado de alerta. Estimulo mis sentidos para que no sucumban en la droga del sueño. La perturbación ha atacado a mis ojos y me cuesta alcanzar la nitidez del entorno. Pero vislumbro el inodoro. Está muy lejos. Es que a veces mezclo, y mi estomago no tiene tolerancia a los estupefacientes... La purga es inevitable, ni siquiera tengo que provocarla. Se vierte en el piso del baño como bautizándolo. Extraigo de mi todo lo pecaminoso, lo sexual. Arrojo todas mis preocupaciones y las veo mezclarse con el liquido. La pasión, rojiza, me saluda desde el suelo. No quiero más. No logro eliminar todos mis males, todas mis molestias, pero ya me canse. Quiero descansar; hace mucho que no lo hago. Esto me está haciendo mal. Pero no puedo. No puedo detenerlo. No puedo gritar. Lloro. Está más allá de mi alcance. Debo parar de algún modo. Mis músculos se contraen con fuerza reprimida; intentan cortar la salida de aquella abundante secreción. No lo logran. No hay alguien que me ayude. Nadie a quien pedirle paz. Mi garganta guarda el sabor amargo que proviene de mi estomago. Se retuerce junto a mi abdomen. Junto a la imagen •**•. Junto a mi pasado. A mi vida. Mis piernas tiemblan. Empiezo a estrangular mi cuello. Mis manos aprietan fuertemente aquel camino que marca la perdición. Ya el dolor se está yendo, aquella impotencia. Pronto dejaré de pensar. Ya no pienso más...